9 potenciadores de tu sistema inmune

Si te preguntas cómo estimular tu sistema inmune, ten en cuenta que no necesariamente sucede de la noche a la mañana. Se trata de fortalecer tu respuesta inmunológica con cambios en el estilo de vida y el uso de hierbas contra bacterias y virus.  

Estamos continuamente expuestos a organismos que son inhalados, tragados o habitan nuestra piel y membranas mucosas. Si estos organismos conducen o no a la enfermedad se decide por la integridad de los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo, o sistema inmunológico.

Cuando nuestro sistema inmunitario funciona correctamente, ni siquiera lo notamos. Pero cuando tenemos un sistema inmunitario hipoactivo o hiperactivo, corremos un mayor riesgo de desarrollar infecciones y otras condiciones de salud.

¿Qué es el sistema inmune?

El sistema inmunitario es una red interactiva de órganos, células y proteínas que protegen el cuerpo de virus y bacterias o cualquier sustancia extraña. El sistema inmunitario trabaja para:

1. Neutralizar y eliminar patógenos como bacterias, virus, parásitos u hongos que entran en el cuerpo,
2. Reconocer y neutralizar sustancias nocivas del medio ambiente, y
3. Luchar contra las propias células del cuerpo que tienen cambios debido a una enfermedad.

Las células del sistema inmunitario se originan en la médula ósea. Que luego migran para proteger los tejidos periféricos, circulando en la sangre y en un sistema de vasos llamado sistema linfático.

Cuando nuestro sistema inmunitario funciona correctamente, ni siquiera lo notamos. Es cuando el rendimiento de nuestro sistema inmunológico se ve comprometido cuando nos enfrentamos a enfermedades.

Lo sorprendente del sistema inmunológico es que se está adaptando y aprendiendo constantemente para que el cuerpo pueda luchar contra bacterias o virus que cambian con el tiempo.

Top 9 Potenciadores del Sistema Inmune

Aquí te dejo estos 9 consejos de cómo aumentar tu sistema inmunológico.

#1. Equinácea

Un estudio publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine encontró que la equinácea mostró efectos máximos sobre las infecciones recurrentes. Y, además, los efectos preventivos aumentaron cuando los participantes usaron equinácea para prevenir el resfriado común.

Un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin encontró que la equinácea demuestra importantes actividades inmunomoduladores. Especialmente, en el tratamiento de la infección aguda de las vías respiratorias superiores.

#2. Saúco

Las bayas y flores de la planta mayor se han utilizado como medicina durante miles de años. Incluso Hipócrates, el «padre de la medicina«, entendió que esta planta era clave para impulsar el sistema inmunológico. Utilizó la baya de saúco debido a su amplia gama de beneficios, incluyendo su capacidad para combatir los resfriados, la gripe, alergias e inflamación.

Un estudio publicado en el Journal of International Medical Research encontró que cuando el saúco se utiliza dentro de las primeras 48 horas de inicio de los síntomas, reduce la duración de la gripe, a un promedio de cuatro días.

#3. Probióticos

Debido a que el intestino permeable es una causa importante de sensibilidades alimentarias, enfermedad autoinmune y desequilibrio inmune, es importante consumir alimentos y suplementos probióticos. Los probióticos son bacterias buenas que te ayudan a digerir nutrientes que aumentan la desintoxicación del colon y apoyan tu sistema inmunológico.

#4. Raíz de astrágalo

Su raíz se ha utilizado como un adaptógeno en la medicina tradicional china durante miles de años. Aunque es una de las hierbas menos estudiadas, hay algunos ensayos preclínicos que muestran una actividad inmune intrigante.

Una revisión reciente publicada en el American Journal of Chinese Medicine encontró que el astrágalo disminuye la toxicidad por fármacos como los inmunosupresores y la quimioterapia del cáncer.

#5. Jengibre

La medicina ayurvédica ha confiado en la capacidad del jengibre para mejorar el sistema inmunitario desde tiempos antiguos. La investigación muestra que el jengibre tiene potencial antimicrobiano.

También es conocido por su capacidad para tratar trastornos inflamatorios causados por agentes infecciosos como virus, bacterias y parásitos. Así como, agentes físicos y químicos como el calor, ácido y humo de cigarrillo.

#6. Ginseng

Las raíces, tallos y hojas de ginseng se han utilizado para mantener la homeostasis inmune y mejorar la resistencia a las enfermedades. El ginseng mejora tu sistema inmunológico mediante la regulación de todos los tipos de células inmunes. También tiene compuestos antimicrobianos que funcionan como un mecanismo de defensa.

Un estudio del American Journal of Chinese Medicine encontró que el ginseng indujo respuestas de anticuerpos antígeno específicos cuando se usa por vía oral. Debido a su capacidad en la producción de anticuerpos, nos ayuda a combatir organismos invasores o antígenos patógenos.

#7. Vitamina D

La vitamina D puede modular las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas. Por lo que, una deficiencia de vitamina D se asocia con una mayor susceptibilidad a la infección.

Un estudio realizado en el Hospital General de Massachusetts mostró que las personas con niveles bajos de vitamina D eran más propensas a tener infecciones del tracto respiratorio superior.

#8. La mirra

La mirra es una resina, que es uno de los aceites esenciales más utilizados en el mundo. Históricamente, se utilizaba para tratar la fiebre del heno, limpiar y curar heridas y detener el sangrado. La mirra fortalece el sistema inmunológico con sus propiedades antisépticas, antibacterianas y antifúngicas.

#9. Orégano

Aceite esencial de orégano es conocido por sus propiedades curativas e inmunoestimulantes. Combate las infecciones naturalmente debido a sus compuestos antifúngicos, antibacterianos, antivirales y antiparasitarios.

Un estudio encontró que los compuestos en el orégano responsables de su actividad antimicrobiana incluyen carvacrol y timol.

Precauciones

Si estás embarazada, ten cuidado al usar aceites esenciales y de hacerlo mejor con la supervisión de tu médico.