Alimentos crudos, no es una dieta es un estilo de vida

A pesar de lo que podrías haber oído, una dieta de alimentos crudos no es otra «dieta de moda». De hecho, es más un estilo de vida, que promueve comer más alimentos reales en su estado natural.

Consiste en comer todos los alimentos sin procesar y sin cocinar para que obtengas todos los nutrientes sin los aditivos dañinos. Echemos un vistazo a lo que es una dieta de alimentos crudos, quién puede beneficiarse y cómo hacerlo.

¿Qué es una dieta de alimentos crudos?

El objetivo de comerla es obtener los nutrientes de una manera fácil de digerir. Si bien no hay necesidad de comer todo crudo, asegúrate de consumir al menos algunas verduras y frutas crudas todos los días.

El crudismo ha existido desde la década de 1800. Y, tanto los estudios como la evidencia anecdótica muestran que los beneficios incluyen:

• Reducción de la inflamación
• Mejora la digestión
• Proporciona más fibra dietética
• Mejora la salud del corazón
• Ayuda con la función hepática óptima
• Previene el cáncer
• Trata el estreñimiento
• Da más energía
• Limpia la piel
• Previene deficiencias de nutrientes
• Reduce la cantidad de antinutrientes y carcinógenos en tu dieta
• Ayuda a mantener un peso corporal saludable

Tal vez te estés preguntando cuánta comida cruda se necesita para considerarte parte del crudismo. No hay un solo tipo que debas esforzarte por seguir, más bien hay todo tipo de variaciones. Todas con diferentes consejos y grados a los que se pueden cocinar los alimentos.

Lo que las une es que no se incluyen alimentos pasteurizados, con pesticidas, disolventes industriales o aditivos alimentarios químicos. Esto significa evitar, alimentos envasados y procesados más populares. Como panes, condimentos embotellados, cereales, galletas, queso, aceites refinados y carnes procesadas.

¿Quién puede beneficiarse?

Algunas personas que pueden beneficiarse especialmente de comer más alimentos crudos incluyen aquellos con:

• Cáncer
• Enfermedad cardíaca
• Presión arterial alta y colesterol alto
• Osteoporosis
• Enfermedad renal
• Cálculos biliares o enfermedad de la vesícula biliar
• Enfermedad de Parkinson
• Trastornos autoinmunes
• Alergias alimentarias
• Fatiga
• Dolor articular
• Problemas musculares
• Jaquecas
• Síndrome premenstrual
• Desequilibrio hormonal
• Problemas con el aumento de peso / obesidad

Otra razón para comer de esta forma es que los alimentos no se fermentan en el tracto digestivo. Un alimento que se fermenta hace que el gas, la inflamación y los residuos tóxicos se acumulen. Además, las proteínas y grasas se vuelven rancios, lo que afecta de forma negativa el revestimiento mucoso y puede conducir a permeabilidad intestinal.

Por último, los alimentos crudos tienen un gran impacto en el equilibrio ácido/alcalino en nuestro cuerpo. Las enfermedades se desarrollan más fácilmente cuando aumenta la acidez, porque la acidosis reduce la inmunidad.

Si bien la pérdida de peso no es el objetivo principal. También es probable que te sientas lleno al comer muchos alimentos crudos por consumir mucha fibra y nutrientes. Por lo que esto, puede ayudarte a frenar los antojos y comer menos en general si ese es uno de tus objetivos. 

Plan de dieta

Como ya te has dado cuenta, todo se trata de equilibrio. Es probable que te sientas mejor cuando consumas muchos alimentos crudos, además de algunos que están ligeramente cocidos.

Estos son algunos alimentos crudos para empezar a comer regularmente:

• Verdes oscuro
• Cítricos (varias porciones al día)
• Semillas de girasol, sésamo y calabaza
• Aguacates
• Kéfir de coco/kéfir regular crudo y orgánico
• Verduras crudas como zanahorias, apio, pimientos, tomates, etc.
• Yogur crudo
• Coco virgen extra o aceite de oliva
• Verduras cultivadas (como chucrut o kimchi)
• Sandía y melón

Trata de tomar estos pasos a continuación, lo que te ayudará a incorporar más alimentos crudos y antiinflamatorios en tu dieta:

• En cada comida, planea llenar la mitad de tu plato con verduras frescas y sin almidón y fruta. Haz una porción razonable de esos crudos, pero algunos cocidos también pueden ser beneficiosos.
• Cocinar ligeramente los alimentos a temperaturas inferiores a 100 grados. Recuerda que tienes el poder de individualizar tu dieta y elegir lo que mejor te funcione. 
• Por lo general, alrededor del 75 por ciento al 80 por ciento de lo que comes cada día serán alimentos a base de plantas. Las que nunca se calentaran por encima de los 115 grados Fahrenheit.
• Reemplaza las grasas malas por grasas buenas y saludables. Deshazte de cualquier aceite hidrogenado, grasas trans, aceite de soja, aceite de canola y aceites vegetales.
• Reemplazarlos con grasas buenas como aceite de oliva extra virgen, aceite de coco, aguacate y frutos secos / semillas.
• Concéntrate en comer productos animales de calidad y con moderación.
• Reemplaza todos los refrigerios azucarados y granos refinados. Esto incluye todo el arroz blanco, pasta blanca, cereales y pan blanco, además de pizza, salsas azucaradas. Así como, condimentos, sopas, galletas, bebidas de frutas, alimentos enlatados y yogur endulzado.

Riesgos y efectos secundarios

Incluir más alimentos crudos en tu dieta tiene muchos beneficios. Pero, tiende a no funcionar tan bien para las personas con ciertos problemas intestinales. Por ejemplo, las frutas y verduras pueden ser difíciles de digerir para algunas personas que carecen de ciertas enzimas.

Si tienes un sistema digestivo sensible, cocinar más los alimentos podría ser una mejor opción. Si no digerimos las vitaminas y minerales en los alimentos, corremos el riesgo de deficiencias de nutrientes y otras enfermedades. Por lo que en algunos casos cocinar a fuego bajo y medio puede ayudar a predigerir fibras y liberar vitaminas y minerales más esenciales.