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Nutrigenómica ¿Influyen los alimentos en nuestros genes?

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Dr Gerardo Rios

Médico

Nutrigenómica es un campo emergente que propone cómo podríamos tratar y prevenir enfermedades a través de la nutrición.

«Está en mis genes» es una frase que la mayoría de nosotros hemos pronunciado en un momento u otro. Para algunos podría equivaler a comer muchos alimentos sin ganar peso. Mientras que, para otros, podría significar un mayor riesgo para una determinada enfermedad porque «es cosa de familia».

Pero, ¿Qué pasa si tus genes no están relegados a cómo naces, sino que se pueden cambiar con tus propias acciones? Por ejemplo, los alimentos que comes. Eso podría tener un impacto duradero en la forma en que prevenimos o tratamos una variedad de enfermedades.

¿Qué es la nutrigenómica?

Aunque siempre he defendido que la comida es medicina, este siguiente nivel puede sonar como ciencia ficción. La base de la genómica nutricional, estudia como los alimentos influyen en nuestros genes. Pero, al mismo tiempo, como los genes responden de manera diferente a ciertos nutrientes. Aunque sigue siendo un campo científico floreciente, la nutrigenómica está a punto de convertirse en un cambio en el campo de la salud.

Según el Centro de Excelencia para genómica nutricional de UC Davis NCHMD, hay cinco principios, que se pueden resumir como:

  1. La dieta puede ser un factor de riesgo grave para una serie de enfermedades.
  2. Los productos químicos dietéticos comunes pueden actuar sobre el genoma humano. Ya sea alterando la actividad génica o la estructura genética.
  3. Cuánto dicta la dieta de alguien si está sano o enfermo puede depender de la composición genética de un individuo.
  4. Algunos genes regulados por dietas es probable que jueguen un papel en la aparición y progresión de enfermedades crónicas. Además de, lo graves que se vuelven.
  5. El uso de un enfoque personalizado de la dieta de una persona, que este, basado en sus necesidades nutricionales. Así como, en su estado nutricional y su genotipo puede prevenir, mitigar o incluso curar enfermedades crónicas.

Por ejemplo, en los bebés intolerantes a la leche, es debido a una mutación en el gen LCT. En los adultos que desarrollan intolerancia a la lactosa, lo que sucede es que disminuye gradualmente la actividad del gen LCT. Por supuesto, muchas personas no experimentan problemas con la lactosa toda su vida.

3 beneficios potenciales

#1. Las recomendaciones de dieta ya no serán de «un tamaño que se adapte a todos».

Las pautas dietéticas suelen basarse en estudios a gran escala. Si bien funcionan para la mayoría de las personas, esos valores estadísticos atípicos se pierden en la confusión. Es por eso que algunas dietas funcionan muy bien para tu compañero de trabajo, pero no para ti cuando las pruebes.

Con la nutrigenómica, las personas obtendrán una comprensión más clara de cómo actúa su cuerpo sobre los alimentos que consumen. Al analizar información sobre sus genes y sus variantes, dieta, estilo de vida y entorno. Además, un experto en nutrición podrá crear un plan de nutrición optimizado para la salud de tu cuerpo.

#2. Los medicamentos recetados también mejorarán.

Así como algunos cuerpos reaccionan de manera diferente a ciertos alimentos, también lo hacen con los medicamentos. Al adoptar la nutrigenómica, veremos medicamentos recetados ir por la ruta personalizada también.

Actualmente, no sabemos si un medicamento causará una reacción adversa en alguien hasta que ocurra. Y, la incidencia de reacciones adversas graves y mortales es alta y un problema clínico importante.

Con la genética nutricional, cuando los médicos entiendan mejor cómo el cuerpo de un paciente maneja nutrientes y suplementos. Y, serán capaces de predecir mejor los efectos de un medicamento en particular o una dosis. Sin tener que tomar el enfoque de «esperar y ver» que tantas veces sucede ahora, por ejemplo.

#3. Podríamos ser capaces de prevenir la obesidad.

Las implicaciones para prevenir y tratar enfermedades como la obesidad con nutrigenómica son enormes. Por ejemplo, un estudio examinó cómo se podía utilizar la genética nutricional en la pérdida de peso.

Después de casi un año, aquellos en el grupo personalizado eran más propensos a haber perdido peso y lo mantuvieron. También perdieron más peso que el grupo control, vieron una reducción a largo plazo en su índice de masa corporal. Y, además, mejoraron sus niveles de glucosa en sangre.

Precauciones

Para empezar, todavía estamos aprendiendo un poco sobre ella. Es peligroso pensar en ello como una solución cura todo para problemas de salud. La cantidad de información es abrumadora. Y, tomará tiempo determinar en qué genes y expresiones génicas deben centrarse para lograr resultados positivos para la salud.

También es importante que este nuevo enfoque nutricional se integre en la formación de nutricionistas, dietistas y médicos generales. Para que ella se convierta en parte de la conversación médica más amplia y no esté aislada.

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