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Obesógenos pueden hacerte subir de peso

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Dr Gerardo Rios

Médico

Todos sabemos que la mala alimentación contribuye en gran medida al problema de la obesidad. Pero, ¿sabías que existen unos productos químicos artificiales que también están relacionados con una mayor susceptibilidad al aumento de peso? Se llaman obesógenos, y se encuentran en muchos productos de uso diario.

¿Necesitas otra razón para dejar de usar plásticos y agregar alimentos frescos a tu dieta? Cuando aprendas sobre los peligros de la exposición obesogénica, reconsiderarás cómo empaquetas, almacenas y eliges tus alimentos.

¿Qué son los obesógenos?

Son productos químicos artificiales que se encuentran en varios recipientes de alimentos, utensilios de cocina y plásticos. Se han conocido como sustancias químicas que alteran el sistema endocrino.

Estos productos químicos han demostrado estar involucrados en el aumento de peso. También pueden interferir con cualquier aspecto de la acción hormonal. Y, además, se han relacionado con problemas relacionados con la fertilidad y trastornos hormonales en la pubertad.

Hay más de 20 productos químicos que se identifican como obesógenos. El término fue acuñado alrededor de 2006, cuando se encontró que la exposición a estos productos durante el desarrollo temprano, interrumpió los procesos metabólicos normales. Y no solo eso, también aumentó la susceptibilidad al aumento de peso a lo largo de su vida.

No es que los obesógenos causen directamente obesidad. Pero, si aumentan tu susceptibilidad y sensibilidad a aumentar de peso, sobre todo si estás expuesto a ellos durante tu desarrollo.

Obesógenos más comunes y sus peligros

#1. Ftalatos

Los ftalatos son compuestos químicos que se añaden a los plásticos para aumentar su flexibilidad y longevidad. Se utilizan en una amplia gama de productos cosméticos y alimenticios, incluyendo juguetes infantiles, cosméticos, recipientes de alimentos, protectores solares, detergentes y más.

En un metaanálisis, los investigadores concluyeron que, en general, existe una asociación positiva entre los ftalatos y la obesidad, especialmente en adultos.

Estos también se han relacionado con trastornos reproductivos, incluyendo daño al ADN en los espermatozoides, toxicidad testicular y trastornos con la menstruación en la pubertad.

#2. Bisfenol A (BPA)

Los efectos tóxicos del BPA son bien conocidos. Estos compuestos sintéticos se asocian con condiciones inflamatorias, infertilidad y deficiencia de vitamina D.

La exposición al BPA también se ha relacionado con la obesidad y la diabetes. Una revisión en el International Journal of Environmental Research and Public Health afirma que existe una posible causalidad sugerida entre la exposición al BPA y la obesidad infantil.

Has visto botellas sin BPA en el supermercado, pero este compuesto obesogénico también está presente en vajillas de plástico, juguetes, dispositivos médicos, compuestos de PVC y selladores dentales. También puede estar escondido en barriles de cerveza, latas de café de metal, latas de bebidas de aluminio, tapas de frascos y botellas de aceite de cocina.

#3. Bifenilos policlorados (PCB)

Los PCB son productos que se utilizaron en cientos de aplicaciones industriales y comerciales. Como en el pigmento en papel, en pinturas, plásticos y productos de caucho, y en equipos eléctricos. Aunque el uso de estos productos químicos fue prohibido en 1979, todavía están presentes en el suelo, productos, edificios y agua potable.

Pueden acumularse en hojas, plantas y cultivos alimentarios. Una vez que están en un entorno, no se descomponen fácilmente.

Se ha demostrado que los PCB afectan el desarrollo de obesidad, la resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

#4. Atrazina (ATZ)

La atrazina es el segundo herbicida más utilizado en el mundo. Se adhiere a los cultivos, el suelo y las aguas superficiales, con el tiempo termina en el suministro de agua a niveles inseguros. Es uno de los contaminantes más comunes en el agua potable, causando el cuadro de toxicidad del agua de la llave.

Se conoce como un disruptor endocrino que causa cambios hormonales y puede conducir a problemas graves de desarrollo, reproductivos, neurológicos e inmunológicos.

Una investigación del PloS One sugiere que esta puede contribuir con la resistencia a la insulina y la obesidad, sobre todo si se acompaña de una dieta alta en grasas.

#5. Tributilestaño (TBT)

Este es un químico artificial que se utiliza como agente antiincrustante en pinturas que se aplican a barcos, botes y redes de pesca. Ha contaminado muchos lagos y aguas costeras, y es peligroso para una amplia gama de organismos marinos.

Aunque el uso de la sustancia química obesogénica ha sido prohibido por muchas autoridades reguladoras, todavía se encuentra en grandes buques y se filtra en el mar.

La investigación publicada en Vitaminas y Hormonas indica que esta ejercer toxicidad a través de muchos mecanismos, alterando procesos que son fundamentales para el metabolismo de las grasas. La exposición a esta clase de productos químicos puede indicar que las células madre se conviertan en células grasas, contribuyendo al aumento de peso y la obesidad.

#6. Ácido perfluorooctanoico (PFOA)

El ácido perfluorooctanoico es un contaminante del agua potable que se sabe que es muy resistente a los procesos de degradación ambiental y por lo tanto persiste indefinidamente.

El PFOA sido clasificado como «probablemente carcinogénico en humanos». También se considera un obesógeno, y la exposición a este en la vida temprana se asocia con un mayor riesgo de obesidad infantil y mayor índice de masa corporal.

#7. Humo de cigarrillo

La exposición al humo del cigarrillo es la causa de muchos problemas de salud, incluida la obesidad. De hecho, uno de los primeros vínculos entre el desarrollo fetal humano y la obesidad surgió de estudios sobre la exposición al humo del cigarrillo mientras estaba en el útero.

Los bebés nacidos de madres fumadoras a menudo tienen bajo peso, pero tienden a «compensarlo» a medida que se desarrollan y crecen, aumentando más de peso durante la infancia y la adolescencia.

Una encuesta nacional sobre más de 20.000 adultos japoneses encontró que hay una asociación positiva entre el número de cigarrillos fumados por día y la obesidad.

Cómo minimizar la exposición obesogénica

El momento más peligroso para la exposición a obesógenos es durante el desarrollo temprano, como en el feto y durante los primeros años de vida. Esto se debe a que, a una edad temprana, los mecanismos de control de peso de tu cuerpo todavía se están desarrollando

Estas son las formas de minimizar la exposición:

  1. Evita los alimentos almacenados en plástico.
  2. Utiliza envases de vidrio y botellas.
  3. No plásticos en los microondas.
  4. Haz tus propios productos de belleza y cuidado de la piel.
  5. Si compras cosméticos, utiliza productos orgánicos y naturales.
  6. Cuando utilices productos de plástico, busca recipientes que estén libres de BPA y ftalatos.
  7. Utiliza productos «sin fragancia».
  8. Elije utensilios de cocina de hierro fundido o acero inoxidable.
  9. No compres alfombras o muebles resistentes a las manchas o ignífugos.
  10. Utiliza un filtro de agua, como los sistemas de filtro de carbón activado granular y ósmosis inversa.
  11. Come alimentos frescos (incluyendo frutas y verduras) siempre que sea posible.
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