Cálculos renales, causas de los síntomas

Los cálculos renales son uno de los trastornos más comunes del tracto urinario. Se estima que una de cada 10 personas tendrá un episodio doloroso en algún momento de su vida.

Se trata de pequeños depósitos que se desarrollan dentro de los riñones hechos de materiales que siempre tienes en tu cuerpo. Pueden terminar bloqueando el flujo normal de orina, causando dolor en la vejiga a medida que se inflama. Y, la orina se concentra con minerales a medida que se acumulan y no pueden pasar.

Si bien la mayoría de ellos no dejarán daño permanente una vez que hayan pasado, algunos pueden. Los cálculos renales no resueltos pueden dañar el riñón llevándolo a insuficiencia renal en algunos casos.

¿Tienes síntomas de cálculos renales?

Los síntomas pueden incluir:

• Dolor intenso en la zona de los riñones. El dolor puede ir y venir, variando en intensidad y, durando entre cinco y 15 minutos.
• Se puede extender por debajo de los riñones, a la ingle y entre los muslos
• Orina turbia, sanguinolenta o con olor fétido
• Impulso persistente de orinar más de lo normal, a veces con poca cantidad
• Indigestión, náuseas y vómitos
• Fiebre y escalofríos cuando el problema empeora

A veces, los cálculos no son dolorosos hasta que alcanzan cierto tamaño o comiencen a moverse. ¿Quién tiene más riesgo de padecer estos síntomas? Las estadísticas muestran que las personas más propensas incluyen:

• Hombres
• Las personas de mediana edad, especialmente de 30 a 50 años de edad.
• Los americanos blancos son más propensos
• Personas que toman medicamentos, incluidos diuréticos, que pueden conducir a deshidratación
• Cualquier persona que tenga antecedentes de infecciones crónicas del tracto urinario, gota, hipertiroidismo.
• Personas inactivas

5 Remedios naturales para controlar los síntomas

Para la mayoría de las personas, el paso de los cálculos ocurre con éxito en el transcurso de unos días. Pero, hay varias maneras de acelerar esta eliminación. Dependiendo de tu situación, es posible que no necesites nada más que tomar analgésicos y beber mucha agua.

#1.  Mantente hidratado

No beber suficientes líquidos puede ponerte en riesgo. Sobre todo, si haces mucho ejercicio, vives en un clima caluroso, bebes bebidas diuréticas y sudas mucho. Beber suficiente agua y líquidos hidratantes es aún más importante si tienes una dieta con mucho sodio.

Si bien la ingesta de líquidos varía según el tamaño, la dieta, la ubicación y la cantidad que hagas ejercicio. Trata de beber alrededor de ocho onzas cada hora idealmente.

#2. Come una dieta nutritiva

Si tienes una dieta pobre, corres un mayor riesgo de desarrollar síntomas por cálculos renales. Comer una dieta muy salada o alta en proteínas, puede resultar en un aumento de amoniaco en la orina. Concéntrate en alimentos frescos, con el fin de equilibrar el pH del cuerpo y prevenir demasiada acidez.

Estos son algunos de los principales alimentos que ayudan a prevenir esta patología:

• Verduras y frutas frescas: Los alimentos que promueven la función renal saludable incluyen bananos, verduras de hoja verde de todo tipo. Así como, legumbres y granos germinados, pescado y aves de corral criadas en pastos.
• Alimentos ricos en vitamina E: Como las bayas, el aceite de oliva, las almendras, el aguacate y la mantequilla de calabaza. Reducen el riesgo de formación de litos.
• Alimentos alcalinos: El vinagre de sidra de limón o manzana, pueden ayudar al cuerpo a eliminar las piedras del riñón.
• Alimentos ricos en magnesio y potasio: Consumir mucho magnesio y potasio ayuda a equilibrar los niveles de calcio en el cuerpo. Las verduras verdes, crucíferas, melón, bananos y aguacate en tu dieta, están llenas de ellos.
• Granos germinados: Reducen su contenido de antinutrientes, haciendo que sus nutrientes sean más digeribles.

Por otro lado, aquí hay algunos alimentos que pueden contribuir a los síntomas de cálculos renales:

• Alimentos azucarados: Una dieta con mucho azúcar puede empeorar los cálculos renales.
• Granos regulares no en brotes o granos refinados: Evita la harina y productos como cereales, pan, panecillos, torta, etc.
• Alimentos naturalmente altos en acido oxálico: Como: espinacas, ruibarbo, tomates, berenjenas, apio, calabaza. Así como, jugo de toronja, batatas, cacahuates, almendras, y arándanos.
• Carnes procesadas y embutidos: La carne procesada puede hacer que el cuerpo excrete calcio, lo que significa que se envía más a los riñones.
• Alimentos con zinc: Algunos estudios han encontrado que las personas que consumen más zinc aumentan sus probabilidades de tener cálculos.
• Demasiada vitamina C:Más de tres a cuatro gramos por día podría contribuir a la acumulación de oxalato.
• Cafeína y alcohol: Ambos son deshidratantes y pueden ser difíciles de digerir.

#3. Haz ejercicio regular

El ejercicio, es bueno para construir masa ósea y prevenir la desmineralización de tu sistema esquelético. Por otro lado, ser sedentario puede hacer que los huesos liberen más calcio en la sangre. Lo que aumenta las probabilidades de que se acumule en los riñones.

#4. Aceite de ricino y compresas calientes

El aceite de ricino es antiinflamatorio y es útil para aliviar el dolor asociado a los síntomas de cálculos renales. Remoja una toalla en aceite de ricino puro, presiónalo sobre el área de los riñones. Y, permítele que se absorba por la piel.

#5. Suplementos 

• Magnesio: Toma 250 miligramos dos veces al día.
• Vitaminas del grupo B: Las vitaminas del grupo B ayudan a reducir la acumulación de calcio y oxalatos.
• Vitamina E: Por lo menos 400 UI de vitamina E al día.
• Extracto de arándano: Toma 400 miligramos dos veces al día.
• Jugo/gel de aloe vera: reduce la cristalización de minerales dentro del tracto urinario. Tomar 1/4 de taza al día.
• Aceites esenciales: Incluye aceite esencial de limón, naranja, y lima.

Evita tomar suplementos de calcio o antiácidos, ya que estos pueden empeorar las cosas. Ahora se cree que los alimentos ricos en calcio en sí mismos no necesariamente contribuyen mucho a los cálculos renales. Pero, el calcio de los suplementos podría estar relacionado con un mayor riesgo.

Si pruebas estos cinco tratamientos, seguro que aliviarás los síntomas y evitarás que se formen nuevos.